domingo, marzo 06, 2011

"Cisne negro", de Darren Aronofsky

¿Cómo se logra la perfección a la hora de interpretar un papel? ¿Cómo hacer para meterse en la piel del personaje? Quizás el secreto es que el personaje salga de debajo de la piel: la metamorfosis: patito feo en cisne, gusano en mariposa, viajante de comercio en cucaracha.
A Natalie Portman se le puso la etiqueta de mojigata cuando, siendo aún menor de edad, se negaba a realizar escenas de sexo. Por imperativo paterno, al parecer. Para una persona que empezó su carrera cinematográfica a los 13 años deslumbrando con su interpretación de Mathilda, la joven pareja (relación apenas escabrosa) del asesino a sueldo Leon (Jean Reno) en la imprescindible "Leon, el profesional" de Luc Besson, parecía que no iban a existir barreras morales a la hora de aceptar un papel en su futura carrera, pero no fue así. Lolita, sí, pero no la de Nabokov. Por ese motivo algunos de sus trabajos posteriores como "Closer" de Mike Nichols, se han puesto en la balanza midiendo cuánto se alejaba del bien para adentrarse en el mal: cuánto cisne negro había en el cisne blanco. Mas allá de esa barrera que la actriz se encontraba en cada escalón, la chica iba alcanzando un aplomo frente a la cámara que, poco a poco, consolidaba su presencia en el mundo cinematográfico: en la excelente "My blueberry nights" de Wong Kar Wai, por ejemplo. "Cisne negro", su triunfo absoluto, premiado y reconocido unánimemente, es metáfora certera de un estereotipo que hace mucho tiempo debió quedar atrás (si alguien buscaba que la actriz se desatará sexualmente en el celuloide no se podrá quejar, ya que en esta película practica sexo, autosexo y hasta homosexo: todo ello muy logrado, eso sí).
El director Darren Aronofsky, cineasta de la obsesión, es muy dado al abuso en cuanto a repetir un patrón en sus películas para que una idea, una sensación, una fobia, se instale en la mente del espectador. Y con ese recurso ha conseguido brillantes películas como "Pi" o "Requiem por un sueño", aunque alguna otra se ha alejado de ese logro, como "The fountain", mucho más convencional y sensiblera (añado el enlace a "The Wrestler" y, ya está, resulta que, junto a "Cisne negro", las obras completas de Darren Aronofsky figuran en este blog: se podía invitar a algo). En "Cisne negro" se relata una caída en la esquizofrenia, parecida a la que refleja Martin Scorsese en "Shutter Island" en cuanto a que llega un momento en que el espectador se hace un lío y ya no acierta a discernir qué es realidad y qué es imaginación (con esa premisa el que está de este lado de la pantalla puede acertar a comprender el jaleo mental del enfermo retratado), regalando momentos finales de tensión gratuita y bastante innecesaria. Enfatizar la transformación con tanta uña rota, tanto padrastro mal arrancado, tanto sarpullido rascado y tanto tutú teñido de sangre, además de la exageración evidente del destino de la pobre Wynona Ryder (¿otra metáfora de figura cinematográfica machacada por los tabloides?) produce más desagrado que identificación.
Y en mi caso una dentera monumental.

11 comentarios:

  1. La película me va gustando más según pasa el tiempo. Otra lectura que también podría hacerse es la relación madre-hija, la proyección de los sueños que se perdieron en el camino.
    un abrazo.

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  2. De acuerdo en lo de la dentera (jajaja) y la Portman es una estrella como la copa de un pino o de un Secuoya.
    Saludos!

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  3. Mr. Licantropunk, aun no he visto esta pelicula, estoy seguro que le vere,me parece bien que Portman haya ganado la tan valiosa estatuilla ( y seguramente con ella podra probar shora nuevas maneras de autosexo ). un saludo y nos leemos.

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  4. Akebono: la película admite muchas lecturas. Hay conflictos evidentes y otros soterrados. Simplemente explotando la relación que mencionas se hubiera logrado ya una buena película.

    Ethan: no es una chica espectacular por su belleza y ha sabido elegir (muy bien los personajes que ha interpretado. Lo más flojo que ha hecho, a mi entender, es aquella "reigna" "Amigdala", y seguro que es el papel que la hizo más famoso.

    Belknap: me ha dejado usted sin palabras. Claro que...

    Saludos a todos.

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  5. Yo de este señor, cuyo apellido asocio a la aracnofobia, he visto "Requiem..." y "The Wrestler", que me gustaron bastante, y no aguanté "The Fountain". Sobre todo en la segunda, tiene fácil la base para que guste a los asiduos al cine de perdedores. En la primera veo mucho efectismo, quizá justificado, no digo que no. Sexo y autosexo. ¿Recursos facilones? Ojo, no cuentes que la veré.

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  6. La dentera fue compartida, jajaja, qué mal rollo!

    Pero la película me encantó, a pesar de esos excesos gratuitos. Me resultó hipnótica, me pillaría el día adecuado y esa música que me trae recuerdos y neuras propias.

    y por supuesto, me pareció una realización mucho más arriesga (a pesar de sus fallos, ajá) que esa otra del Discurso del Rey.

    Buena semana!

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  7. La Portman lo hace muy bien. "Las zapatillas rojas", buena película, muy buena. Powell.

    Saludos!

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  8. Tomás Serrano: una película donde la estética del perdedor es Arte sin duda es "Fat City" de John Huston: si te gusta esa es que tú también eres un asiduo, al menos potencial. "Cisne negro", por otro lado, es el perdedor ganador y viceversa. Ya me contarás si la ves.

    Marga: sí, toma riesgos que en la blanquísima "El discurso del rey" ni de lejos. "Cisne negro" es hipnótica como el ballet que desarrolla, claro.

    Babel: no he visto "Las zapatillas rojas", supongo que la mencionas por su relación con el mundo del ballet. De Michael Powell no recuerdo haber visto nada más que "Peeping Tom". Tengo que pasarme por el resto de su filmografía.

    Saludos a todos.

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  9. No había visto el parecido con Shutter Island. Por otra parte, a mí me gustó hasta The fountain.

    Y sí, lo de Winona es directamente mala leche.

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  10. Te estás viendo las de los Oscars eh? Cisne negro es muy Aronofsky y al mismo tiempo muy de actriz de Oscar. Estaba fácil adivinar ese premio. La REd social también es muy buena, dos directores que vienen a sustituir a las viejas glorias. Abrazos, Blanca

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  11. Me gustó "Cisne negro" aunque también me sorprendió tanta insistencia con las "lesiones" de las protagonistas, quizás pretendía resaltar la parte menos glamourosa del ballet. Por cierto que ayer leí la noticia de que en un cine de Lituania durante la proyección de esta película un espectador (quizás también tenía dentera) mató a su vecino de butaca porque le molestaba el ruido que hacía con las palomitas.
    Me gusta que hayas recordado "Fat City", una de mis películas preferidas. Borgo.

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